"El hombre de la mosca es aquel a quien se la antojado una cierta mosca que tiene una pintita blanca, roja, azul o dorada en el coselete, y que a cazar esa mosca lo pospone todo. La mosca puede ser una condecoración, un título, una senaduría, un sillón de académico, un ministério...Siempre es una mosca de seis patitas e dos alas, y nada más. Y la mosca vuela de acá allá, posándose en un plato de miel o de leche, en una boñiga o en un cadáver. Y su hombre, el hombre de la mosca, a cazarla. Y acaba por no ver más que la mosca. Se acerca al cadáver de su mejor amigo, de su padre mismo, de un hijo acaso, si sabe que sobre él ha posado la mosca, para cazarla allí, y no para otra cosa. Y talvez al ir a caxarla dá una bofetada en el rostro helado del muerto venerado. Y encima se le escapa la mosca."
In, Miguel de Unamuno, La Vida Literaria
7.7.07
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